Alcoleja nevada deja de tener interés cuando el resto de la península está en alerta por nieve, pero a los alcolechanos que viven fuera, seguro que se alegrarán de tener noticias.
Empezó a nevar sobre las ocho de la mañana, y las doce ya había sobre quince centímetros en las calles, y ahora, en estos momentos, las cinco de la tarde, en algunos lugares pasa de veinte centímetro la altura de la nieve.
Sobre la una pasó David con su máquina quitando nieve.
Dissabte a mig dia hi havia un grup d'excursionistes dinant al bar Stop. Per l'aspecte i els materials que duien es veia que havien vingut a caminar per Alcoleja. Li vaig preguntar quin recorregut havien fet i em van comentar que havien vingut en un autobús per fer el camí local que estava marcat. L'havien "descobert" unes setmanes abans i el dissabte el van recórrer sancer. Els hi va agradar molt, però no el van poder acabar perque falta marcar l'últim tram. Este grup venia d'Ontinyent. Així és que salutacions per a la gent d'Ontinyent i benvinguts.
Uno no se vuelve viejo por haber vivido un cierto número años, se vuelve viejo porque ha desertado de los ideales. Los años arrugan la piel, pero renunciar a un ideal arruga el alma.
En mi lucha por mantener activas a las personas mayores, tengo la sensación de cierto desaliento en las de más edad, y a ellas va dedicado el resaltado texto con que comienzo este post, - es parte de un artículo publicado por D. Ángel Cerdido Peñalver, en la revista Tierra, Mar y Aire-.
A esos mayores, quisiera que este mensaje les llegara con claridad, pero ese muro formado por los problemas domésticos, el rígido concepto del deber, y los familiares que necesitan una continuada dedicación, ese antedicho muro no les dejará mirar a otro sitio que no sea el de su deber, pero aún así, les animo a que deseen a todos unas FELICES NAVIDADES.
Yo también se las deseo a todo el mundo, y en particular a todos los alcolechanos, teniendo siempre presente a los que están lejos, y a todo el blog, además de un fuerte abrazo la imagen nevada de Alcoleja.